La energía fuel cell parece estar ahora en boca de todos en el entorno industrial, poniendo en valor su potencial eficiente, sus horas de trabajo continuo y su rentabilidad en determinados sistemas. Sin embargo, no es una tecnología actual ni una propulsión inventada hace dos días.
Precisamente aplicado a los equipos de manipulación y manutención de almacenaje, esta energía lleva algunos años considerándose de las más interesantes para resolver retos como la eficiencia, el ruido, los tiempos de uso, su repostaje y autonomía, el coste económico que supone o las emisiones de CO2.
En términos de eficiencia, tenemos que tener en cuenta que es de las soluciones más interesantes para carretillas elevadoras, pero todo debe mirarse en función de la aplicación.
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