Carretilla eléctrica E30 de Linde durante el ensayo de campo
La primera de su claseDía tras día, en el fabricante de alambres Westfälische Drahtindustrie de Hamm (Alemania) se mueven enormes cantidades de material. Hasta ahora, el productor de alambre apostaba para ello por carretillas elevadoras con potentes motores de combustión. Con la carretilla de prueba E30 de Linde, la empresa utiliza ahora por primera vez una carretilla eléctrica – y está entusiasmada.
En la empresa Westfälische Drahtindustrie, las tareas pesadas forman parte del día a día. Entre 40 y 50 camiones llegan cada día a la planta matriz en Hamm, en el Estado federado alemán de Renania del Norte-Westfalia, cargados con incontables bobinas de alambre de hasta tres toneladas de peso. Todas ellas se descargan con rapidez y se transportan a través del extenso recinto para su procesamiento posterior: al almacén, a la unidad de decapado interna o a una de las numerosas máquinas trefiladoras presentes en las naves de producción.
Hasta 550.000 toneladas de acero pueden pasar cada año por la nueva instalación de recubrimiento de superficies de Hamm. La Westfälische Drahtindustrie (WDI), con unos 1.300 empleados repartidos en 15 plantas, es uno de los mayores productores de alambre de Europa. Si algo queda claro aquí es que es imposible imaginarse nuestra vida diaria sin alambre.
En WDI queremos reducir nuestras emisiones de CO2. Al mismo tiempo, sometemos a una gran exigencia a nuestras carretillas elevadoras, que funcionan a todas horas sin interrupción.
Dirk Vormann, director de ventas de WDI
“Nuestros alambres se utilizan en todos los productos imaginables”, explica Dirk Vormann, que lleva más de 20 años trabajando como director de ventas en la planta de Hamm. “Se procesan para convertirlos en aparatos dentales para niños, en baldas para frigoríficos, en pernos de una cadena de bicicleta o en pequeñas piezas flexibles en un airbag. Básicamente, el alambre mantiene el mundo unido”.
Y para abastecer de alambre al mundo, en Hamm es preciso mover a diario enormes cantidades de material desde A hasta B. De ello se encarga una flota de unas 40 carretillas elevadoras, en su mayoría de Linde Material Handling. Desde modelos compactos para pequeñas tareas de transporte hasta la imponente carretilla de gran tonelaje con transportador de bobinas, se utiliza todo aquello que tenga la fuerza, resistencia y robustez necesarias para rendir al máximo en condiciones exigentes. Pese a las diferencias entre todas estas carretillas, todas ellas tienen algo en común: bajo el capó ruge un potente motor de combustión. Por lo menos hasta ahora.
Potente, maniobrable y climáticamente neutra
Desde hace poco, circula también por el recinto de WDI un nuevo tipo de carretilla: veloz, maniobrable e inusualmente silenciosa. La carretilla eléctrica E30 es el prototipo de una nueva serie de carretillas contrapesadas de Linde que está realizando en Hamm su ensayo de campo. A esta nueva generación de carretillas pertenecen, junto a los modelos eléctricos E20 – E35, también las carretillas eléctricas X20 – X35 así como las carretillas diésel y a gas H20 – H35.
Los tres modelos se basan en una plataforma de serie universal que puede equiparse alternativamente con motor de combustión o eléctrico. Así pues, los usuarios pueden escoger entre distintos tipos de propulsión sin merma alguna en cuanto a rendimiento. Una posibilidad que satisface sobremanera a Dirk Vormann: “En WDI queremos reducir nuestras emisiones de CO2 para producir de la forma más climáticamente neutra posible. Al mismo tiempo, sometemos a una gran exigencia a nuestras carretillas elevadoras, que funcionan a todas horas sin interrupción”.
La versión eléctrica de la nueva generación de carretillas ha sido optimizada selectivamente para el uso en interiores. A tal fin, en la E20 – E35 se utilizan por primera vez motores síncronos de reluctancia variable, que incrementan sustancialmente la eficiencia energética y de este modo mejoran en gran medida el rendimiento. Gracias a un eje de dirección combinado, junto con una tracción delantera de dos motores, los nuevos modelos eléctricos están además especialmente indicados para espacios reducidos y pasillos estrechos.
Gracias a la maniobrabilidad de la nueva carretilla, podemos ubicar las mercancías en su sitio exacto pese a las limitaciones de espacio.
Jörg Leuschner, jefe de planta de WDI
“La E30 nos posibilita una manipulación de materiales intensiva en espacios reducidos”, señala Jörg Leuschner, responsable de la producción como jefe de la planta de Hamm. “Por regla general, el alambre trefilado se asienta sobre soportes de corona o debe transportarse bobinado sobre palets. Una tarea principal de la E30 consiste en suministrar alambre a nuestras trefiladoras. Esto no siempre resulta sencillo, porque las máquinas están a menudo muy cerca unas de otras. Gracias a la maniobrabilidad de la nueva carretilla, pese a ello podemos ubicar las mercancías en su sitio exacto”.
Puro placer de conducción
Özkan Erdogan es uno de los seis operarios de WDI que ya han probado la nueva E30. En sus seis años de trayectoria como operario de carretillas, Erdogan ya ha manejado casi todos los modelos de la gama. Tras solo cinco días en la nueva carretilla eléctrica de Linde, su veredicto es concluyente: “Ya no quiero conducir otra cosa”, proclama.
Preguntado por los motivos de esta euforia, Erdogan se deshace inmediatamente en elogios: “La nueva carretilla es muy silenciosa y compacta. Se accede con gran facilidad a todos los rincones, sin temor a dañar algo. Además, las numerosas ventanillas de gran tamaño ofrecen una visión panorámica ideal y permiten ver en todas las direcciones todo lo que se debería ver”.
Los operarios de WDI se muestran especialmente encantados por la comodidad y la ausencia de fatiga al trabajar en la nueva carretilla eléctrica. “Simplemente, ofrece puro placer de conducción. En la E30, al cabo de ocho horas te sientes como si ni tan siquiera hubieras trabajado”, afirma Erdogan. Un motivo principal del elevado confort de conducción en la nueva carretilla eléctrica es el denominado cojinete anular de elastómero: desacopla el eje de dirección respecto del chasis, lo cual protege al operario contra las sacudidas y vibraciones generadas al pasar sobre umbrales, raíles de guía o irregularidades del suelo.
Hasta ahora, los cojinetes anulares de elastómero se utilizaban exclusivamente en carretillas diésel y a gas. En la nueva serie de Linde forman parte del equipamiento estándar también en la variante eléctrica. Para gran alegría de Özkan Erdogan: “Aquí en el recinto tenemos un par de zonas de terreno irregular en los que uno suele notar sacudidas bastante intensas. Con la E30 ni te enteras, aunque transportes carga en la horquilla”.
Detalles de producto adicionales sobre las carretillas eléctricas E20 - E35
Facilidad de carga
El trabajo en la nueva E30 no es lo único que Erdogan encuentra cómodo y sencillo. También la carga de la batería le parece muy fácil: “En mis pausas breves, simplemente puedo conectar un rato la carretilla a la estación de carga. Es mucho más relajado que con un modelo de combustión, ya que nunca hay que preocuparse por si habrá que acudir rápidamente a la gasolinera antes del siguiente uso”.
La carga sencilla resulta posible gracias a la batería de Litio-Ion del E30. En todas las carretillas de la nueva serie eléctrica de Linde, los clientes pueden escoger libremente entre distintos acumuladores de energía: batería de plomo-ácido, pila de combustible o incluso batería de Litio-Ion.
“Todas nuestras carretillas trabajan en régimen de tres turnos y funcionan de forma ininterrumpida todos los días de la semana. Básicamente, no hay tiempos de inactividad”, explica el jefe de planta Leuschner. “La batería de Litio-Ion es ideal para nuestros fines, ya que posibilita la carga intermedia rápida. Actualmente tan solo cargamos la batería durante las pausas de los operarios. Esto es más que suficiente para sacar adelante el trabajo de todo el día”.
Al cabo de unos cuatro meses de ensayo de campo en WDI, bastión de las carretillas térmicas, una cosa ha quedado clara: la E30 se ha comportado de manera sumamente convincente. “Todos nuestros operarios están muy entusiasmados con el nuevo modelo eléctrico. Y también en la dirección estamos encantados con el rendimiento, la robustez y la compatibilidad medioambiental de la carretilla”, resume el director de ventas Vormann. “Tras esta experiencia, podemos plantearnos perfectamente cambiar toda nuestra flota en Hamm a carretillas eléctricas en el futuro.”
Westfälische Drahtindustrie GmbH
La empresa Westfälische Drahtindustrie GmbH, con sede en Hamm (Alemania), es el mayor productor de alambre de alta calidad de Europa al margen de grupos industriales. Los orígenes de la empresa se remontan a un taller de fabricación de alambre fundado en 1856, que se convirtió en sociedad anónima ya en 1872 y pasó a denominarse WDI a partir de 1890. Tras una etapa temporal de integración consorcial, la sociedad vuelve a desarrollar su actividad desde 1987 bajo la denominación Westfälische Drahtindustrie GmbH.
En sus áreas de negocio principales, WDI produce alambre de alta calidad, acero redondo, acero para construcción y cables de alto rendimiento. En otras cuatro áreas de actividad, la empresa produce en varios emplazamientos alambre para soldadura, acero pretensado y cables para tendido aéreo. En la planta de Gandersheim se produce enrejado de torsión simple en múltiples dimensiones y ejecuciones. Los principales mercados para los productos de alambre de WDI son alambre y acero redondo para la construcción de maquinaria, alambre para el sector de la construcción, alambre y acero redondo para el sector de la automoción y trenzas de alambre para cables de tendido aéreo en el sector energético. Los productos WDI se utilizan en hasta 16.000 aplicaciones distintas en todo el mundo.
La directora ejecutiva de WDI es Katja Pampus. Formada como administradora industrial, procede de una familia de empresarios de Westfalia y dirige Westfälische Drahtindustrie GmbH en segunda generación tras tomar el relevo de su padre Werner Pampus.